domingo, 29 de abril de 2012

Una joya en la sierra madrileña.

La Fabrica de Hielo - Los Molinos (Madrid)
Hace años que venimos visitando este restaurante en la sierra madrileña de Guadarrama con la familia, amigos, para fiestas, vacaciones. Cortas, largas. Invierno, primavera, verano. Los recuerdos se amontonan en mi cabeza, y es que cualquier ocasión nos parecía buena para ir algún restaurante de la zona e incluso repetir en uno de nuestros restaurantes favoritos, y degustar uno de sus afamados platos durante todos estos años: los chorizos a la sidra. 

Chorizos a la sidra
Construido en una antigua fábrica de elaboración de hielo, con una decoración cuidada y donde podemos observar aún hoy la maquinaria utilizada en otros tiempos. En el interior de su restaurante se respira una ambiente familiar y acogedor que te invita a quedarte nada más entrar y recibir la cordial bienvenida de su dueño. En verano disponen de una preciosa terraza que no se ha de pasar por alto, a la orilla del río Guadarrama.

El trato siempre amable y cercano del dueño que te sugiere los platos del día y atiende las mesas con una extraordinaria profesionalidad - en temporada alta cuenta con personal extra de igual profesionalidad y cordialidad-, hacen de mi visita siempre una delicia por distintos motivos y siempre uno constante: la alta calidad de la comida. 

Interior del restaurante
Esta es una visita obligada cuando estén en la zona (Cercedilla, Guadarrama, Collado Mediano...) y probar su plato estrella, antes mencionado, y sus ya afamadas croquetas de rabo de toro con salsa de boletus. Tanto si eliges carne como si eliges pescado, acertarás. Cada producto ofrecido en este establecimiento esta cuidado al detalle, se conoce el estado de las mismas, y las que merecen recomendación se promulgan con orgullo -y no es para menos-. Lo mismo da un chuletón, que un entrecot o un bonito encebollado: ¡¡te chuparás los dedos!! (a pesar de que las normas de educación  digan lo contrario, te costará no echar mano del pan y disimular mientras lo haces).

Croquetas de rabo de toro con salsa de boletus - mi entrante favorito
Otra de sus exquisiteces son los postres caseros. Incluso para una persona que no acostumbre a tomar postre, en este sitio ha de lanzarse. A parte del postre de la casa: natillas con mousse de chocolate (¡¡Una auténtica delicia!!) también puedes pedir las fresas con nata, como se pidió mi suegra - y quedó maravillada (la nata se la montaron en el momento)- como Nuria y yo que apostamos por el yogur casero con fresas. Una servidora es poco aficionada a los yogures (industriales) y con este, al ser casero, no pude quedarme más que fascinada con su textura suave y el sabor natural de las fresas. Delicia, delicia, delicia.

Y para amantes del vino, la bodega está bien cuidada, las recomendaciones de la casa suelen ser muy buenas y acertadas. En nuestra anterior visita tomamos un Ribera del Duero, del que aún recuerdo su sabor (Doble R de Roble - Bodegas San Mamés). Y en esta ocasión tocó un Rioja: Campo de Gules (Crianza 2008). Además de los vinos de la casa, la bodega cuenta con pocas referencias pero bien seleccionadas, y algunas populares. Para todos los bolsillos y gustos.

La noche transcurría para nosotros tranquilamente, parecía que no quisiéramos abandonar la estancia. Postres, cafés, licores... hicimos de todo para alargarlo lo máximo posible. Pero hubo de acabar...con la sensación más que agradable de haber disfrutado, una vez más, de nuestro paso por esta antigua fabrica de hielo.  Repetiremos seguro.

Precio por persona: 35 € (entrantes, segundos, postres y cafés).

Para saber más acerca de este restaurante o hacer reservas os dejo su página web: www.lafabricadehielo.es 

¡¡ No dejéis de visitarlo cuando paséis por la zona!!

Cenando en La Fabrica de Hielo*

*Foto realizada y cedida por el dueño del restaurante: Juan Perpiña.

--Ginny.

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