Recorriendo su carreteras, dirigiéndome hacia el sur cada época vacacional, es una ruta necesaria pasar por la ancha Castilla de La Mancha. Descubrir sus pueblos, sus tierraas y sus viñedos. Zona de tradición vinícola desde hace muchos siglos, con la mayor extensión de viñedos plantados. Mucho se puede contar de la historia de sus pueblos y sus gentes, de sus guisos tradicionales como las gachas, los quesos o los ajos de Las Pedroñeras. Recorrer su historia por sus calles, castillos y plazas mayores. Merece la pena, pararse y observar la historia que la Mancha hoy nos quiere contar. Grandes literatos, nobles, señores e hidalgos se amontonan en la historia de la Comunidad Autónoma más extensa de España.
Uno de los viñedos al lado de la carretera |
Una tierra de vinos, de tradición vinícola, donde ante se vendía a granel, y de excesos se abusó y crió mala fama. Hoy, las bodegas manchegas buscan abrir un nuevo mercado primando la calidad sin renunciar a un buen precio. Reinventarse y demostrar al mundo que lo allí se hace es merecedor de tomarse en cuenta, de hacer ver que ellos también hacen buenos caldos. De plasmar esa pasión y orgullo de sus tierras en un producto embotellado, que llegue al cliente final para demostrar que no sólo saben vender la uva a otras zonas vitivnícolas españolas y del resto del mundo.
Todo se torna de otro color cuando, por casualidad, encuentras la historia de La Mancha en una bodega tradicional y moderna que busca el cambio en la zona, busca la calidad y luchar por hacerse un hueco en nuestras vidas. Doble sorpresa es cuando descubres que la botella que te ofrecen tiene esa relación calidad/precio. Un vino apto para todos los bolsillos, y con un resultado apto para todos los paladares. Trabajan con tempranillo, syrah, cabernet sauvignon, verdejo, merlot, macabaeo y garnacha. Y aunque nosotras sólo probamos tres de sus vinos (tempranillo, reserva y clavelito-verdejo-) y su espumoso -verdejo-, quedamos altamente sorprendidas y encantadas con lo que vivimos hace tres semanas junto con otros afortunados a la degustación que nos invitaron nuestros amigos de Exclusivas Vevinter (@VEVINTER)
Los tres protagonitas: Tempranillo, Clavelito Verdejo y Reserva 2003 |
El camino que nosotras recorremos en busca de pequeños grandes vinos, se hace especialmente dulce cuando te cruzas con momentos, bodegas y vinos como éstos. Y da igual lo que hayas probado antes, lo que hayas vivido en estas tierras, vivir de cerca una de sus tradiciones y comprender un poco más lo que hacen, es vivir la vida de otra manera, conocer a la gente desde otro punto de vista.
Video Promocional de vinos de Castilla La Mancha
Seguiremos recorriendo esa gran tierra, en busca de pequeños tesoros. Seguiremos apasionándonos por descubrir esos nombres y hacer que formen parte de nosotras. No perderemos de vista a esa tierra, a bodegas como también Bodegas El Lagar de Muros (@ElLagarDeMuros), que esperamos conocer pronto.
Bodega El Lagar de Muros, recien inagurada |
Un recorrido que se hará mucho más dulce, con una copa de estos (u otros) buenos caldos.
Ginny.
Catando Tempranillo de Bodegas Entremontes |
Gran entrada, si señor. Es en Castilla donde el vino se vuelve de España y adquiere nuestra personalidad. Donde la uva se adapta a lo que somos, sin influencias. Donde la uva se revela tal y como es, en una tierra primigenia, sin mimos, sin cortapisas, sin publicidad y sin elementos ajenos a la pureza de ella misma, de lo que puede ofrecer a los hombres.
ResponderEliminarDesabrigada, desprotegida y desnuda de sus mitos la Cavernet Sauvignon, la Merlot o la Sirah, entre otras, se enfrentan al reto de mantener su fama y seguir siendo las uvas idóneas para criar buen vino. Si no ofreces calidad en Castilla no eres más que un espíritu al viento, una leyenda francesa o quizás una mentira envuelta en grandilocuentes palabras.
La tierra de Castilla todo lo quema y solo admite verdades que resistan su sol de justicia. Igual que las historias de caballería trufadas de brujos y elementos sobrenaturales perecieron merced a la cruda y poética realidad del Quijote, así, la uva, para demostrarse de suficiente categoría debe arraigar en La Mancha y probarse en esa tierra seca, austera y generosa.
Me pregunto ¿Podría criarse albariño en Castilla?