martes, 4 de septiembre de 2012

Una pequeña joya de El Bierzo


Os contaré la verdadero historia de este vino, aun a pesar de ser un poco auto bombo, no conozco otra manera de compartir con todos vosotros este vino que encontramos un poco por casualidad.

Uno de los eventos más acertados de este año, a mi juicio, es el que organizó la afamada Guía de vinos nacionales Peñín el pasado mes de Mayo (el Salón 5 estrellas). Nuria y yo asistimos a este salón convencidas de que conoceríamos una variedad amplia de vino que encajaran en nuestro catalogo y que, de paso, más de uno se iba a convertir en favorito.

Viniendo de una denominación de origen poco común en el mercado, y de uvas autóctonas (Godello y Doña Blanca), este vino no es uno de esos que pasen desapercibidos. En mi cuaderno de catas alrededor de su nombre esta lleno de notaciones y de impresiones. Mejora con el tiempo, mejor cuanta más oxigenación y si lo tienes en la nevera y lo tomas en un par de días, te aseguro que no pasará nada, y lo que al principio te gustaba te encantará, y lo que te encantará después te fascinará. Pero dudo, que este vino dure más de dos días en tu casa. Si te gustan los blancos llenos de matices, este es uno de ellos. Fácil de beber, potente, equilibrado, con toques frutales, de pastelería, floral, cítricos, minerales y balsámico. Todo en su justo equilibrio, un viaje de sensaciones impresionantes. Os invito a que lo probéis, y compartáis aquí vuestra experiencia.



Buena relación calidad-precio es un vino ideal para pastas y marisco. Me encantó, nos encantó y por ello, 2 meses después de haberlo tomado os recomiendo este blanco de la Denominación de Origen El Bierzo. Un gran blanco.

La nota de cata nuestra fue la siguiente:

Cíbola 2009. D.O. El Bierzo

Colo: amarillo pálido con reflejos dorados y verdes.

En boca entra flojito pero va cogiendo cuerpo. Recuerdos a pasteleria, muy ligero, toque amargo de lima al final. Retronasal  de lima y piña, con toques a pastelería.

Postgusto dulce. Fácil de beber. Irresistible.

Nuestro maridaje: carne picada con asadillo de pimientos con el que resalta los tonos cítricos.

Con comida china, el rollito le salen los toques minerales y a tierra mojada con manzana. Con el cerdo agridulce destacan los recuerdos balsámicos y minerales (una vez más), y con unos tallarines recuerda a tarta de manzana.

Me gustaría saber, ¿conocéis este vino? ¿Qué opinión os merece?.


Ginny.

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