La ginebra nunca ha sido santo de mi devoción, tengo que reconocerlo. También es cierto que la ginebra que pululaba por este país era de ínfima calidad, solo servía para acompañar, y mal, a la tónica o a la Fanta limón. Yo nunca bebía gintonic, es más, la gente que bebía esa mezcla siempre ha sido considerada como mal entendedor de bebidas, aunque por mi parte se debe más a la aversión por los sabores alcohólicos extremos, que a considerarme como una bebedora de primera categoría - en el buen sentido, me refiero-
Pero ahora se ha abierto el abanico. En un mercado cada vez más saturado la diferenciación marca la pauta y el mundo de la ginebra se ha subido a este nuevo tren con gran entusiasmo y mejores resultados. Junto a ella la tónica ha resurgido, no solo como esa bebida que quita la sed, porque no hay nada mejor que una tónica muy fría en una calurosa tarde de verano, si no cómo un producto chic que hay que combinar con cuidado.
En este marco de especialización y gusto por el lujo y el sabor se mueve @ginandtwitts_ empresa puntera en ginebras de autor, especializada en catas y todo tipo de marketing de experiencias.
Fueron ellos los que empujaron a Ginny a participar en un concurso que organizaron hace poco. ¿El reto? preparar un gintonic de autor. ¿El premio? Una botella de Heather Gin.
Nuestro gintonic estaba compuesto por una parte de Martin Miller, hielo con bayas de enebro, tónica Q, unas hojas de menta y adorno de lima. Este fue el resultado según mi visión.
Ginebra en verde |
Es una mezcla dulce y amable que se deja catar con suavidad, es agradable en el paladar y se distingue perfectamente el enebro de la ginebra intensificado por los negros frutos que acompañan a la bebida. Yo creo que merece la pena probar y disfrutar una tarde/noche con esta combinación.
Lo probaremos con la Heather Gin.
Nuria.
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