Hace un par de días, tuve que
salir a hacer unas gestiones. Una de esas visitas que no te apetecen nada pues
nunca sabes lo que vas a tardar, sobre todo, cuando la otra persona no habla tu
idioma ni tampoco inglés y casi te tienes que entender por señas.
Ese día, curiosamente, me daba un
poco igual. Dar una vuelta por la zona alta de Alcalá y ver que locales
sobrevivían a la crisis.
Una de nuestras paradas, justo antes de nuestra cita paramos en una chocolatería. Con un portal bien grande y escaparate transparente... Pero eso lo dejaré para otro momento.
Una de nuestras paradas, justo antes de nuestra cita paramos en una chocolatería. Con un portal bien grande y escaparate transparente... Pero eso lo dejaré para otro momento.
El Gourmet de Pueblo Nuevo, Hermanos de Pablo, 9. Madrid |
Después de nuestra cita, las tres
personas que allí nos encontrábamos nos dividimos. Mi marido fue a hacer sus
compras de ocio típicas de siempre, mientras Nuria y yo nos adentramos en una
tienda por la que habíamos pasado al ir a la churrería / chocolatería.
Era mi primera vez en una tienda
de esas características. Productos gourmet, de alta calidad, y bien
seleccionados. Después de leer sobre Lavinia, visitar fugazmente el club del Gourmet de El Corte Inglés en varias ocasiones, y haberme adentrado sutilmente a clubs de vino, tenía ganas de entrar y ver por mi misma como eran dichas tiendas.En el escaparate se podían apreciar algunos vinos y algunos dulces artesanales que tienen a la venta. Según esa presentación, merecía la pena echar un vistazo.
Nada más entrar Nuria se dirigió
hacia el fondo de la tienda. Estanterías con productos artesanales como dulces, conservas y demás. A mi me dejó allí sola, al principio de la tienda con esa
frase de “Yo te dejo aquí que tu eres la experta” (en vinos). De toda la vida,
pensé. Nada más que una aficionada, recién llegada...
Asi pues me recorrí la pequeña
tienda bien dispuesta de algunos vinos que nunca había visto, y otros que son
bien conocidos y renombrados.
La elección de mi compra no me
fue muy complicada. No quería llevarme a casa vinos que ya había tomado, quería
cambiar de D.O y probar un sabor nuevo. Me decanté por vino tinto Toro. El
conjunto de etiqueta (combinación de palabras Toro y roble), procedencia, y
experiencia nueva me llevo a elegir este vino “Amant”.
Además de sumergirme en esta
nueva experiencia de estar en una tienda con la que había soñado varios meses,
se juntó el trato agradable y amabilidad de la dependienta, que muy gentilmente
nos explico a Nuria y a mí como utilizar un abridor de botellas profesional.Y nos invitó a llevarnos una revista gratuita de vinos “Mi vino” - revista que yo rápidamente me guardé, y seguidamente me leí con gran entusiasmo en cuanto llegué a casa.
Toda una experiencia que espero poder repetir
pronto...
--Ginny.
--Ginny.
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